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Inanna (Ishtar)

Las sábanas de la dote

Las sábanas de la dote

Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

Las sábanas de la dote es un canto sumerio, de 55 líneas, tipo balbale, muy repetitivo en su estructura interna, pero lleno de encanto, tuvo por finalidad comunicar a Inanna, de la manera más delicada posible, que ya se había decidido su matrimonio. Para transmitirle tal decisión su hermano Utu, el dios Sol, comenzó, con mucho tacto, a señalarle la necesidad de disponer de una buena cantidad de lino para confeccionar sábanas nuevas. No le había dicho que eran las de su dote, pero la diosa Inanna, a través del diálogo con su hermano, muy pronto advirtió de que se trataba.

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El hermano -según narraba el poeta- tenía que decírselo a su joven hermana. Utu, el dios Sol, tenía que decírselo a su hermana. El compromiso matrimonial para que Inanna se case con Dumuzi ya se había establecido. Sólo quedaba decírselo a la diosa. Utu no estaba seguro de como Inanna iba a recibir aquella noticia. Por eso comenzó a hablarle a su hermana de la necesidad de nuevas sábanas. El lino estaba en sazón y una buena cantidad de tal planta iría muy bien para elaborar unas preciosas sábanas. A fin de tantearla, Utu comenzó diciéndole:

Jovencita, el lino cultivado está lleno de encanto. Inanna, el lino verde está lleno de encanto. Como cebada en el surco en encanto y hermosura. Hermana, una gran medida de lino siempre se tiene necesidad. Inanna, déjeme recogerlo para ti y dártelo. Jovencita, déjame traerte lino cultivado.

Inanna se dio enseguida cuenta de lo que se trataba y, nerviosa, ignorando a quien le habrían escogido para ella, intentó dar largas al asunto, pues ella no sabía manipular el lino. Además, su corazón ya había elegido pareja. Por eso le respondió a su hermano:

Hermano, yo no sé trabajar el lino. Cuando me lo hayas traído, ¿Quién me lo cardará? ¿Quién lo preparara? ¿Quién me preparará sus fibras? 

A lo que Utu respondió:

Hermana mía, déjame traértelo ya cardado. Inanna, déjame traértelo ya cardado.

Inanna le replicó:

Hermano, cuando me lo hayas traído cardado, ¿Quién lo hilará? ¿Quién lo trabajara? ¿Quién me hilara sus fibras?

Pero Utu insistía:

Hermana mía, déjame traértelo ya hilado. Inanna, déjame traértelo ya hilado.

Inanna seguía dando largas y Utu intentaba convencerla:

Hermano, cuando me lo hayas traído hilado ¿Quién me lo trenzara? ¿Quién lo cableará? ¿Quién me enlazará sus hilos?

Hermana mía, déjame traértelo ya trenzado. Inanna, déjame traértelo ya trenzado. 

Hermano, cuando me lo hayas traído trenzado, ¿Quién me lo teñirá? ¿Quién lo teñirá para mí? ¿Quién me teñirá sus hilos?

Hermana mía, déjame traértelo ya teñido. Inanna, déjame traértelo ya teñido.

Hermano, cuando me lo hayas traído teñido, ¿Quién me lo tejerá? ¿Quién lo tejerá para mí? ¿Quién me lo tejerá? ¿Quién tejerá sus hilos para mí? 

Hermana mía, déjame traértelo ya tejido. Inanna, déjame traértelo ya tejido.

Hermano, cuando me lo hayas traído ya tejido, ¿Quién me lo blanqueara? ¿Quién lo blanquera por mí? ¿Quién me blanqueara sus hilos?

Hermana mía, déjame traértelo ya blanqueado. Inanna, déjame traértelo ya blanqueado.

Aquella insistencia motivó que Inanna le plantease sin rodeos la cuestión a Utu:

Hermano, cuando me lo hayas traído blanqueado, cuando me hayas traído las sábanas nupciales, ¿Quién se acostará conmigo en ellas? ¿Quién se tumbará allí conmigo? 

Contigo -le respondió Utu- se acostará un esposo:

Contigo se acostará Ama-Ushumgalanna. Contigo se acostará el igual a Enlil. Contigo se acostará el descendiente de una noble familia. Contigo se acostará uno que fue concebido en el estrado real del sagrado matrimonio.

¿Es eso cierto? -pregunto ansiosa Inanna-:

Pero, ¡si ése es el hombre de mi corazón! ¡Es el hombre de mi corazón! El hombre que me señaló mi corazón. Uno que no maneja azada, que no es un mujeriego cuyo grano está en cientos de pilas. ¡Se trata de un pastor cuyas ovejas están cargadas de lana!

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Referencias

  • Federico Lara Peinado (2017). Mitos De La Antigua Mesopotamia: Héroes, dioses y seres fantásticos. Las Sábanas de la Dote (pag.317). Editorial Dilema. ISBN 8498273889.

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